Esos hambreados están haciendo el caldo gordo y se pasan de tueste. Quieren que les toque un buen retazo con hueso pero no les vamos a dejar ni migajas si no ponen su granito de sal pa que ya se cueza este arroz. ¡A darle que es mole de olla! ¿Qué no saben que en todas partes se cuecen habas? ¿Quién carambas va a poder solito con el Zancocho?... ¿Excedentes? ¡Nómbre si nomás hay PAN duro! por eso está bien que los gabachos nos surtan la alacena no le aunque tengamos que servirles en bandeja de plata mientras tengamos seguros los frijoles… Para la buena sazonada sólo mis chicharrones truenan y es por eso que de mi vasto esófago les eructo: aquí hay de dos sopas pero una ya se acabó. Así que no le tengan miedo al chile cuando lo vean pelado porque ahora es cuándo le va a dar sabor al caldo. Agrurín Cástrens. Gastrónomo gourmet gástrico.
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